Tiempo de Fiesta (Selección Ecuador)
“No se trata sólo de estar uno junto a otro como tal, sino de la intención
que une a todos y les impide desintegrarse en diálogos sueltos o dispersarse en
vivencias individuales”
Gadamer
El propósito de este proyecto ha sido desbocar el tema de la fiesta muy
propio de la Teología y últimamente de la Antropología, para poderla entender a
“la fiesta” tal como lo hace Gadamer[1],
como el proceso comunitario más completo en donde se desarrollan tiempos que
desvirtúan el objetivo egoístamente individual que nos presenta el tiempo
enajenado del trabajo, hacia una -en términos Kantianos- “finalidad sin fin”;
que nos ha llevado a comprender el tiempo de fiesta como un instante (tiempo
indeterminado), en donde se tejen estrategias críticas y dispositivos
conceptuales que fluyen entre el goce celebrativo propio de quien disfruta su
“tiempo de la fiesta” así como de la estructura misma de la fiesta, estructura
caótica representada en lo absurdo, lo burlesco y lo irónico, como materia
prima con la que se gesta este divertido proceso, para desarticular (al menos
por este instante) los juegos del poder siempre presentes en el tiempo del
trabajo cotidiano.
En este sentido “el carnaval” como tiempo de fiesta, tal como lo proponen
los “Estudios culturales latinoamericanos” o la carnavalización literaria según
Mijail Bajtín es un discurso polifónico que entraña un sentido de subversión,
que por supuesto conlleva al advenimiento de una diferente “episteme” que inaugura una “nueva
figura de razón” y que por lo menos en el “tiempo de fiesta” se torna un
discurso intertextual cuyas variadas voces (hipertexto) se superponen en un
dialogo polífono caótico que desdibuja la identidad, transformando al ser que
participa de la fiesta por este lapso de tiempo en lo que en palabras de Robert
Park denomina como "híbrido cultural"[2],
hibridez que refleja el estado del ser latinoamericano actual y que surge como
eco de la contribución de la teoría poscolonial sobre todo de Homi Bhabha y
luego de García Canclini.
Por ello, la estructura temporal de la fiesta no se sostiene bajo la lógica
del trabajo que pretende un fin y una meta, la fiesta en el plano simbólico del
arte como de la cultura, descansa sobre una estructura que no es la frecuentada
por la lógica del capital y no está sujeta a un cómputo abstracto o un empleo
del tiempo cotizado bajo un valor monetario, la fiesta simplemente se goza y en
eso radica su fortaleza.
Hernán Pacurucu C.
Tiempo de Fiesta (Selección México)
!Oye! Abre tus ojos, mira hacia
arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida….
La
Sonora Dinamita
Hablar de fiesta desde lejos ubicándome en otro espacio, en otro tiempo,
se vuelve un inserto del propio tránsito. México, deidad de la ritualidad:
profana, sagrada, urbana, cósmica, plástica, visual, gastronómica y podríamos
seguir nuestra lista; ofrece un singular abanico de posibilidades al momento de
entrar en el terreno de lo festivo. Desde hace 2 años esta es la realidad que
vivo día a día, y con ella también el
goce.
He querido realizar un ejercicio colectivo, una bitácora compartida de
lo sentido y descubierto en estas calles, incorporando prácticas audiovisuales
traídas desde lo urbano, popular y contemporáneo.
Considero entonces, a la fiesta como un continuo relato y una narrativa
no oficial que expresa y descubre diversas presencias de la ciudad. México
Distrito Federal y San Andrés, Cholula Puebla han sido tomados como puntos
referenciales para conjugar diversas miradas sobre la celebración y el andar.
Celebración de barrio, de comunidad, de urbe; que evoca una continuidad de lo
privado en la esfera pública. Momentos de nostalgia y algarabía, escenas de un
fluir. Al contrario de la ruptura clásica del tiempo productivo con la franja
de ocio propia de la modernidad, aquí la dinámica conmemorativa mantiene un
devenir constante.
Se convierte la fiesta en un episodio contemporáneo de fusión y
circulación de sentidos. Comparto con el antropólogo e investigador Francisco
Cruces, quien detalla en el texto “Sonideros
en Las Aceras, Vengase La Gozadera” la idea de la celebración diseminada.
Esta dispersión de aquello que se festeja, traza caminos que generan encuentros.
Este es el resultado de esos tropiezos, del azar, del convite, en un tiempo de fiesta que al parecer no se detiene.
M. Fernanda López J.
Tiempo de Fiesta (Selección Chile)
La noción de carnaval implica tirar la casa por
la ventana antes de cuaresma. El pasarla bien ante lo inevitable. Un inevitable
escatológico. De haber carnavales en el fin del mundo, de donde provengo, diría
que no están muy internalizados. O tal vez, son muy discretos. O son tan poco
carnavalescos que desconciertan. En todo caso, en tan remota región los
carnavales de los cuales más nos han hablado han sido los caribeños, los
cariocas y los andinos. Y claro, los que vemos en la televisión como los Wild
On! y los Jersey Shore. Los artistas elegidos en mi parrilla programática, unos
radicados dentro y otros fuera del país, no se si comparten este punto de vista
pero coincidimos en considerar que cuando de carnaval se trata en países como
Chile, la apuesta no es sólo artística. Es un reto cultural.
Arturo Cariceo.
CHILE
Roberto Vera
Jaime San Martín
Luis Guerra
Sebastián Escalona
Diego Barrenechea
Sebastián Domingual
Jaime San Martín
Hugo Leonello Núñez
Karen Bórquez
Néstor Olhagaray
Akeme Paz
Roxana Pey
Elena González
Martín La Roche
Carlos Flores del Pino
Juan Céspedes
MÉXICO
Manuela García
Moisés Regla
Ary Erhenbeg
Pablozeta -España-
Sonido Confirmación Daniel Alvarado + Rex Bantron
Colectivo Oso
Michel López Murillo -Colombia-
ECUADOR
Olmedo Alvarado
Larissa Marangoni
Juan Pablo Ordóñez
CUCO (Cultura Contemporánea)
Carlos Vargas
Carlos Carrión
Adrián Washco
Blasco Moscoso
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